Nacido de una erupción volcánica
Se trata de una de las inmersiones más fáciles de hacer de la isla y está especialmente recomendada para principiantes, ya que tanto el acceso como la salida se hacen desde la playa. Aún así sus fondos y vida dejarán a los buceadores fascinados, ya que cuenta con numerosas cuevas y paredes con cornisas formadas tras una erupción volcánica que hoy es hogar de numerosas especies.
Aguas tranquilas y transparentes llenas de vida
El descenso es suave. A partir de los 6 o 7 metros de profundidad podemos acceder a una pequeña cueva donde viven anémonas de gran tamaño, lady escarlatas, pulpos, e incluso chuchos negros descansando en el interior. Bordeando el veril podremos avistar grandes cardúmenes de bogas, fulas, roncadores o sepias, entre otros.